Tengamos en cuenta:
- La puntualidad es una virtud muy importante. Está relacionada con el orden y con pensar en los demás. Si enseñamos a nuestros hijos a vivirla, estamos ayudándoles a construir una sociedad solidaria.
- Está relacionada con el orden propio e influye en el orden ajeno. Si no somos puntuales, retrasamos a otros y nuestro retraso dificulta el curso de las cosas.
- Ser puntual requiere previsión y organización. Con anterioridad hay que tener preparado todo lo que vamos a necesitar.
- Para ser puntuales siempre hay que pensar en no hacer esperar a aquellos con quienes estamos citados. Esto significa valorar el tiempo de los demás y demostrarlo con hechos.
- Nadie puede pensar que el trabajo y el tiempo de otra persona es menos importante que el suyo. Si habitualmente actuamos de este modo, nuestro hijos apreciarán y copiarán esas actitudes de respeto hacia los demás. El respeto a los demás está hecho de muchos ingredientes y uno de ellos es la PUNTUALIDAD.
¡SEAMOS PUNTUALES!
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